Como ya hemos mencionado anteriormente, el uso del teléfono fijo ha disminuido en los últimos años, a causa de los avances tecnológicos en los teléfonos móviles, las redes sociales o incluso las videoconferencias online.
Hoy en día, es mucha la gente que se plantea eliminar el teléfono fijo de sus hogares y sustituirlo por un teléfono móvil o continuar con él. Las actuales tarifas de telefonía móvil nos hacer plantearnos si merece la pena o no mantener dado de alta nuestro teléfono fijo.
El uso del teléfono móvil es básicamente imprescindible en la actualidad, por lo que sustituirlo completamente por un teléfono fijo sería un error, sin embargo, el teléfono fijo sigue teniendo algunas ventajas sobre el teléfono móvil, por lo que una buena opción sería complementar el uso de los dos.
A continuación vamos a evaluar las ventajas que tiene el uso de un teléfono fijo.
Ventajas:
Las ventajas de un teléfono fijo son diversas, desde poder enviar faxes desde casa, hasta poder llamar sin preocuparse de la duración de las llamadas cuándo se llama a un teléfono fijo nacional. Las operadoras ofrecen tarifas integradas que incluyen llamadas a fijos e internet a alta velocidad que hacen del teléfono fijo una excelente opción si se llama mucho desde casa a otros fijos, o se navega mucho por la red desde el hogar u oficina.
Gracias a los modelos inalámbricos, podemos movernos por casa mientras mantenemos una conversación por el teléfono, lo cual hace que la comodidad de uso ya no sea un factor diferenciador del teléfono móvil respecto al fijo.
Inconvenientes:
El teléfono fijo sólo se puede usar allá dónde esté instalado, bien sea en la oficina o en casa. Para personas que viajen con frecuencia o que pasen la mayor parte del día fuera de casa, no es una buena opción, pues aunque conecten al teléfono fijo un contestador automático recibirían las llamadas más tarde, y ello podría acarrear perder oprtunidades de empleo o enterarse tarde de acontecimientos. A esas personas les es más útil un móvil de contrato con una tarifa adaptada a sus necesidades.
Si se tiene el teléfono solamente para recibir llamadas, el fijo es una mala opción, pues supone el pago de una cuota mensual fija, independientemente del uso que se haga de él, la cual hay que pagar incluso aunque no se realice ninguna llamada a lo largo de todo el mes. Para estas personas es más adecuado un móvil de prepago, pues con él si no llaman no gastan.
En definitiva, cada persona debe evaluar por sí misma, según sus intereses, si le merece o no la pena tenerlo, debemos considerarlo como una posibilidad más dentro de las muchas que tenemos hoy en día.
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